La primaver ha llegado, con olor a hierba fresca, mojada por el agua de un cielo gris que no para de llorar. Los últimos rayos de sol comienzan a traspasar la pequeña ventana de la habitación, miestras que las gotas comienzan a hacerse notar en el tejado inacabado de la casa de enfrente.
Mi habitación, mi refugio, mi cueva. Lugar en el que paso mas horas durante el dia. Dia de trabajos, dia de estudios, dia de tonterias... y, sinceramente, esta lluvia del mes de Abril, tamizada por el olor a primavera, ayuda a que estos ratos eternos se pasen mas rápidos.
Esta vez, no tengo mucho que decir, pero si mucho que hacer.
Volveré con más.
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